miércoles, julio 18, 2007

ESE TREN ES PERFECTO!

Acaban de pasar 58 horas desde que me bajè de ese tren de colores y de insospechadas facilidades y remembranzas. Sentado a trasluz de la cortina lúcuma de esta salita,aún no reacciono del todo pues tengo un par de horas de sueño aún pendientes muy bien justificadas, y que por cierto, me preocupa aun no completar.

Anteayer era lunes, por la mañana, a las 630 am pasabamos por Chosica, el coche bar-parrandero-mega festivo y alucinante estaba ya vacío y tenía las caras trasnochadas del mozo, el barman y los anfitriones, mientras tanto en los coches de asiento cama calientes la mayoría alistaba sus maletas, buscaba tras los asientos y se despertaba del sueño mirando el cielo cada vez mas plomo de nuestra Lima, que solo se hizo hermoso al mirar el techo de vidrio de la estación de desamparados, un pequeño viaje al cielo.

Partimos el viernes por la mañana, entre el chequeo del ingreso a la estación de Monserrate y la tardanza de dos miembros del grupo,(yo fuí uno de ellos y latinoamericanamente orgulloso, pues pagamos una ronda de cerveza cada uno). 7am subiamos al tren Gladys Quispe, la dama del grupo, Omar Vivanco el fotografo loco, Cesar el infiltrado de Nuevo Mundo amigo mío y Yo el que escribe esto acerca de lo que sería mi segundo viaje en tren central pero mi primera vez como todos los demás en este nuevo servicio que - segun dicen - promete mucho.

Partió puntual como todos los trenes del mundo, empezando en la peculiarmente bella Lima su ascenso hacia la cordillera occidental de los Andes Peruanos; ya adentro e instalados nos sirvieron lo que parecía un desayuno de avión y apresuré apenas pude a conocer el coche bar y pagar las cervezas prometidas. El coche bar era de barandas doradas, con una mitad descubierta y la otra mitad bajo techo, lleno de finas mesitas redondas para poner los vasos, botellas o bebidas que ofrecía Pedro y Jose Luis, el barman y el encargado de la cocina respectivamente, los precios estaban muy buenos si nos dabamos cuenta que estabamos en un tren que llegaría a mas de 4800 metros sobre el nivel del mar. Ejemplos?, una cerveza cusqueña personal 6 soles y una pilsen 5 soles, ah y siempre el primer pisco sour de cortesía.

Eran las 8am y empezamos a utilizar las cámaras, pasando por túneles y puentes, al lado de abismos e inmensas montañas rodeando el delgado valle del ría Rimac. Los asientos cama del tren eran buena excusa para darse una pequeña siesta o descansar antes de llegar a la cima, algunos ya mostraban signos de mal de altura. Ya en la Estación Galera (la más alta) Cesar y Omar(con un dolor de cabeza exasperante) ganaron el privilegio de ir en la Locomotora, experiencia alucinante que viví ya en viajes anteriores. Venía la parada en la Oroya y luego pueblo tras pueblo, la sensación era siempre la misma, siempre buena, siempre libre y siempre la misma.

Eso es en resumen lo que sentí y lo que ví en el viaje de ida, luego de la Oroya vino el tramo de bajada a Huancayo, vinieron además más cervezas y pisco sours, un bellísimo atardecer con Jauja en el horizonte, la oscuridad del valle en un coche bar casi vacío con la gente alistando sus cosas y con la compañia de tres amigos muy distintos pero cruciales para las experiencias que recuerdo cada vez que regreso a aquellos días. Muy recomendable. http://www.ferrocarrilcentral.com.pe/

1 Comments:

At 9:28 a. m., Anonymous Anónimo said...

Hola amigo
Ya veo que hiciste una nueva entrada en tu blog, con tus palabras de todas maneras tengo que tomar ese tren! ;)
Escribes muy bien en tu blog, deberias escribir mas a menudo.

 

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